Tras unos días de incertidumbre debido a las copiosas lluvias caídas, el domingo, tal y como adelantaban las agencias meteorológicas, amaneció un típico día otoñal, sin ninguna alerta por temporal.
A pesar de ello, el número de participantes fue notablemente inferior al número de inscritos.
Como es habitual, el completo desayuno comenzó a las 8:00 de la mañana, en el que todos los participantes pudieron coger fuerzas para emprender la marcha. Con un poco de retraso, hacía las 9:00 horas comenzó la ruta con unos cuarenta senderistas.
Aunque nada más salir del pueblo y el camino del Cerro Santa Cruz asciende rápidamente, los pequeños encontraban cualquier excusa para detenerse y "echarse unas risas" 
La llegada al primer avituallamiento coincidió con la lluvia, pero la gente no dudó en pararse a "echar un bocao", y "una charrada", sin que el agua fuera un impedimento para ello.
Este primer avituallimiento, en la borda Cheso(1.200 m.), era la bifurcación entre el recorrido corto, que descendía hacia el pueblo, y el recorrido largo, que continuaba ascendiendo hacia la Punta el Raso(1.660 m)
Mientras los participantes seguían el recorrido, el segundo avituallamiento empezaba a coger forma.
Después de pasar la cota más alta del recorrido, todo lo que quedaba era descenso, y a lo lejos ya se vislumbraba la zona de las "palomeras", donde les esperaba el segundo avituallamiento.
En dicho avituallamiento, se formaban pequeños grupos, comentando lo bueno del camino, mientras disfrutaban del chorizo, pan, vino. . . que es habitual en esta marcha senderista.
Con el "estomago contento", el descenso se hizo más agradable.
Nada más llegar al pueblo desde el camino del Vedau, los senderistas percibían el olor de las migas, que les indicaba la ruta hacía la comida, que este año era en el merendero de la Fuente Alta, y no en el Trinquete como en otras ocasiones.
Si bien la salida, la efectuaron unos cuarenta participantes, a la hora de comer nos juntamos más de 120 personas, ya que muchos de los inscritos esa mañana se dedicaron a pasear por el pueblo, y disfrutar de él.
El menú, como en otros años, consistió en entrantes, migas, longaniza, chorizo y panceta a la brasa, con queso y frutas de postre, todo ello "regado" con refrescos para los críos, y vino de somontano para los adultos.
Después de la "fartera" y amena sobremesa, los participantes que venían de lejos comenzaron a "desfilar", mientras que alguno meditaba las futuras actividades de escalada que nos iba a proponer.
Un año más, y van ocho, se ha celebrado la marcha senderista, no con el éxito de años anteriores debido a las lluvias, pero con el trabajo y el esfuerzo dedicado y gracias a la estimada ayuda de los colaboradores: Bar Zuriza, Bar Maiberal, Ayto. de Ansó, Casa Baretón,, Maiveral-velas y jabones; los voluntarios: en inscripciones, desayuno, avituallamientos, en ruta, comida.... Asimismo agradecemos la presencia de la Cruz Roja, Guardia Civil, y voluntarios de Protección Civil. Sin la ayuda de todos ellos no hubiéramos podido celebrarla.
HASTA EL PRÓXIMO AÑO.
Fue un día fantástico, aunque la lluvia no nos dejó, el recorrido era precioso, los avituallamientos bien organizados, el desayuno delicioso y la comida espectacular, que migas!!.
ResponderEliminarY lo mejor, el ambiente familiar que disfrutamos.
José Luis.